viernes, 24 de febrero de 2012

Volvió la yegua

Antes que nadie comente nada, aclaro: éste no es un post para discutir "el fondo de la cuestión" que ya está siendo discutido en muchos lugares. Simplemente queremos llamar la atención sobre mecanismos que nuevamente están siendo utilizados con el único fin de debilitar la necesaria fuerza política que permita ir más a fondo en ciertos temas.
Nadie crea que a Clarín, La Nación, Perfil y a los grupos económicos financieros, concentrados, importadores, les interesan los errores en las políticas de transportes, la ecología o los salarios docentes. Lo único que le interesó desde octubre pasado es romper la "espiral de silencio" de las minorías electorales y crear una sensación de olvido rápido del 54%. Enseguida habrá quienes dirán que el gobierno lo facilita con sus "errores". Una mala noticia: todos los gobiernos lo hacen. Lo único que nadie puede ignorar es que sigue sin haber otro espacio político en condiciones de seguir reconstruyendo este país. Y mucho menos existe otra construcción política que se plantee la necesidad de profundizar con transformaciones importantísimas.
Está volviendo el odio (a expresarse, nunca se fue), le vuelven a decir yegüa, se animan a gastarlo a Néstor. Ya lo sabemos: no les interesan los muertos, ni siquiera el país. A algunos les interesan sus mezquinos intereses partidistas del dos por ciento, a otros les aflora el gorilismo y el racismo de siempre. Unos y otros prefieren el retroceso y la restauración conservadora, no tienen otro proyecto alternativo.