domingo, 8 de abril de 2012

No es contra Boudou, es contra la Corte Suprema

El caso que está por superar en cantidad de tapas de Clarín a la Guerra de Malvinas o al conflicto por las retenciones, no es una simple operación de prensa contra el Vicepresidente. Más allá de la falta de pruebas, de la inconsistencia de las acusaciones y de la inexistencia de delito alguno, su persistencia tiene, como siempre, objetivos económicos. Aunque ni siquiera se trata de defender a a la otra empresa que podría haberse quedado con el negocio de la impresión de billetes (Porque solamente hay tres posibilidades: la ex Ciccone, Boldt y el Estado, siendo finalmente éste último el que se encamina a hacerlo en su totalidad. De paso podemos decir que si el Estado dejaba quebrar a Ciccone, ¿quién asegura que no se acusaría al Ministro de Economía de aquel momento por beneficiar a Boldt?).
Se trata en realidad de una estrategia del Grupo Clarín por defender sus propios intereses económicos. La Corte Suprema de Justicia tiene que resolver, mas pronto que tarde, la aplicación de la Ley de Medios de la Democracia. Es muy improbable que lo haga a favor de Clarín. Sin embargo, si el Grupo se sigue mostrando enfrentado al gobierno, y sobre todo esgrimiendo un caso de "corrupción", a la Corte Suprema le cuesta mostrarse como "independiente" y fallar contra una de las partes. Cuando la Corte Suprema falle avalando la Ley de Medios, el Grupo Clarín deberá desprenderse de muchos negocios que lo siguen convirtiendo hasta hoy en un gran pulpo de la comunicación. A Clarín, estirar este caso le permite seguir haciendo caja un tiempo mas.