jueves, 26 de mayo de 2016

De la "meritocracia" al "Fin de la Historia"

Parece que las empresas automotrices se cargaron al hombro ser punta de lanza en la batalla cultural de la restauración conservadora.
Primero fue Chevrolet con su idea de Meritocracia en la que obviamente ningún laburante se vio reflejado.
Y ahora la marca Fiat, cuyo CEO y Presidente es el ultraliberal Cristiano Ratazzi, nos hace la "inofensiva" propuesta de cambiar los nombres de las calles. Por supuesto no se mete ni con Roca, ni con el pasaje dictador Uriburu (que sigue existiendo), ni mucho menos con Garay (ese "fundador" de un territorio lleno de habitantes), ni con Paseo Colón, por citar algunos ejemplos.
Se mete ni mas ni menos que con la batallas de nuestra Independencia y nuestra Historia. Tal como el relato macrista cambiará en los billetes Historia por animalitos, Fiat nos propone que dejemos de recordar la Batalla de Combate de los Pozos en la que, al mando del almirante Brown, se derrotó al Imperio brasileño, o que no homenajeemos mas a la Batalla de Cerrito que se libró en el Cerro que le da nombre a Montevideo, junto a las fuerzas de Artigas, expulsando de allí a los realistas. Nos proponen también olvidarnos de la Vuelta de Obligado, en donde la flota anglo francesa fue derrotada y ni siquiera quieren recordar Caseros, seguramente porque abre la discusión sobre traiciones, alianzas y retrocesos en la construcción de nuestra Patria y nuestra Nación.
Claro, para todo esto recurren al indiscutible cariño que producen humoristas, capocómicos y hasta personajes de historietas. No lo hacen con inocencia. Vaciar de contenido los símbolos, es el primer paso para el olvido. Y el olvido es el primer paso para esquivar la discusión del desarrollo argentino: autonomía nacional con prioridad en la producción, el empleo y el mercado interno, o dependencia financiera, con constante fuga de la riqueza que generamos todos.
De esos se trataron nuestra batallas.

martes, 17 de mayo de 2016

Las 5 mentiras económicas macristas sobre la “pesada herencia”

1) Cuatro años de estancamiento económico:
Mentira. El PIB, creció poco en 2012 (0,8%) y 2014 (0,5%), pero 2,9 por ciento en 2013 y 2,1 en 2015, según el Indec de Todesca. En el resto de América Latina cayó 1,5 por ciento.
2) En 4 años no se generó empleo:
Mentira. Según datos de SIPA, entre 2011 y 2015 los aportantes registrados aumentaron en 598.496 puestos laborales, distribuidos entre públicos y privados
3) La inflación estaba desmadrada:
Mentira. Todos los índices públicos y privados, nacionales y provicnicales, mostraban una tendecia a la baja de la inflación en 2015 hasta el triunfo de Macri y los anuncios devaluacionistas de su equipo. Por otra parte si se mide desde el año 2003, los salarios reales siempre crecieron mas que cualquier ínidce de inlación, con excepción del año 2014.
4) Vaciaron el Banco Central
Mentira. Se la pasaron inventando números exóticos en los que llegaron a decir que solamente había 7 mil millones de dólares. No contabilizaban todo lo que apenas asumieron empezaron a contabilizar, como el swap con China, que lo hicieron efectivo a días de tomar el Gobierno. Es así que las reservas del BCRA son hoy similares a las del año pasado, sumándoles dicho swap y el préstamo de 5 mil millones que hay que devolver a fin de año.
5) Nos dejaron un déficit fiscal altísimo:
Mentira. Hoy el gobierno de Macri se encamina al déficit fiscal crónico que intentarán financiar con endeudamiento. Mientras que con los gobiernos anteriores, desde el 2003, los déficits fueron contracíclicos, es decir en los años que se necesitaba impulsar el consumo y el mercado interno, como en el 2015 que llegó al 2,5% y no al mentiroso 7% que dibujó Prat Gay.
En los 5 puntos el gobierno del PRO empeoró todas las variables. Ninguna pesada herencia. Fueron ellos.