miércoles, 18 de mayo de 2011

Monumento al país agroexportador

Hoy hicimos una visita guiada al llamado "Palacio de las Aguas Corrientes" en pleno barrio de Balvanera de la Ciudad de Buenos Aires. Es una estupenda metáfora de lo que fue la Argentina agroexportadora. Se trata de una fachada majestuosa, en la que absolutamente todas sus piezas fueron traídas de Europa (Como lastre en los barcos que luego se llevaban granos sin procesar). Por dentro, en cambio, es un edificio despojado que solamente estaba destinado a albergar 12 grandes tanques de agua. Todos sus planos, diseños y seguimiento de la obra también lo realizaron extranjeros. Solamente los ladrillos fueron cocinados en el país. El estilo ecléctico tiene que ver también con la mirada de admiración por lo europeo. Según los ingenieros de la época debía erigirse en un lugar alto de la ciudad, pero como los dos puntos mas altos estaban lejos, en ese momento, de la mirada de "los vecinos", el Presidente Sarmiento decidió construirlo en esa zona que está a 35 metros sobre el nivel del río, pero en tercer lugar como punto de altura. No era cuestión que no se viera. Tardó 7 años en concluirse, y solamente funcionó otros 20 en plenitud. Pensado sin planificación futura, abastecía de agua a 200 mil personas, en una ciudad que superó rápidamente esa cifra. En definitiva, la majestuosidad del pensamiento elitista.