El aire estaba muy espeso. Desde nuestro balcón del barrio de Once se comenzaban a ver, por Corrientes, ríos de gente apropiándose de la avenida, caminando hacia el centro. Las luces de las ventanas se encendían por un momento, como para asomarse y contagiarse. En algunos casos los mismos que nos asomamos, nos reconocimos al rato ya decididos, sumados a la multitud. Esa situación se repitió a la tarde, a la noche y al día siguiente. 19 y 20 de diciembre de 2001. El resto ya lo conocen. 36 muertos. Podríamos haber sido cualquiera de nosotros. Memoria, verdad y justicia, por ellos y ellas.
(Foto: impactante muestra sobre aquellas jornadas que se puede ver en los principales puntos de la ciudad en que sucedieron)
36 ASESINADOS, no muertos!
ResponderEliminarSi anónimo, totalmente de acuerdo, muertos por asesinato! Abrazos.
ResponderEliminarFeliz año Nuevo, amigo
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