Hoy comienzan otros diez años, que parecen de otro siglo. Y tal vez sea eso. El nuevo siglo tardío. La definitiva muerte de los 90. ¿Definitiva? Dependerá de todos y de todas. Muchas veces no es fácil comprendernos. Hace un año y medio hegemonizaban las conciencias unos cuantos patrones agrarios con aliados sorprendentes y estímulos poderosos. Hoy pareciera que hay viento a favor del camino de la igualdad y la justicia, aunque con nubarrones xenófobos tapando por momentos el sol.
Si el capricho de un calendario nos obliga a desear algo un primero de enero como el de hoy, deseamos que ante cada hecho, pensamiento o circunstancia, todos los días del año, intentemos otra mirada de la habitual, sospechemos de lo instituido, salgamos de la individualidad y forjemos lo colectivo. Feliz 2011!
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